La sensibilidad dentaria es un mecanismo defensivo del diente que nos alerta sobre la presencia de un defecto de esmalte o cemento que deja la dentina (parte interna del diente) expuesta.
Es un dolor dental intenso y transitorio causado por la exposición de la dentina a la boca y que aparece tras el contacto con un estímulo: alimentos o bebidas frías, calientes, ácidas, dulces; presión táctil, etc.
Afecta aproximadamente a 1 de cada 7 personas adultas y puede desencadenar otras patologías dentales como caries, si esta no se trata correctamente.
En los últimos años se ha incrementado por el exceso de consumo de bebidas acidogénicas y el uso indiscriminado de productos de blanqueamiento dental sin supervisión.
La dentina contiene miles de túbulos microscópicos llamados túbulos dentinarios, que conectan la parte exterior del diente con las terminaciones nerviosas. Cuando el diente pierde su protección debido a una retracción de la encía y/o a un desgaste del esmalte, estos túbulos quedan abiertos al exterior, permitiendo que los estímulos externos alcancen las terminaciones nerviosas y provoquen la sensación de dolor.
Las causas más frecuentes son:
- Cepillado dental inadecuado por fuerza y/o frecuencia con una pasta dental muy abrasiva. (ABRASION)
- Comidas o bebidas con ácidos (zumos de cítricos, refrescos carbonatados,…) provocan descalcificación del diente a nivel del cuello. (EROSION)
- Fuerzas excesivas o inadecuadas de masticación (trauma oclusal, bruxismo, …) (ATRICCION y/o ABFRACCION)
Para un correcto tratamiento de la sensibilidad dental es importante
establecer unas medidas preventivas, como pautar unos buenos hábitos dietéticos, corrección de malos hábitos o instrucciones de higiene correctas junto con un tratamiento adecuado con agentes desensibilizantes.
La mayoría de estos agentes desensibilizantes tienen en su composición sales de potasio, que penetran hasta la pulpa dental por los túbulos dentinarios abiertos y actúan inhibiendo la transmisión nerviosa que produce el dolor.
Uno de los procesos que actualmente estamos realizando en nuestra clínica como tratamiento inicial (en caso de abrasión) para combatir la sensibilidad dentaria consiste en aplicar estos agentes desensibilizantes en forma de gel sobre la superficie dental y aplicarle luz halógena durante unos segundos, de forma que el gel penetra en los túbulos dentinarios expuestos y los sella evitando así la transmisión del estímulo externo que produce el dolor.
Otro tratamiento en caso de que exista pérdida de estructura dentaria (erosión), es la recuperación de la estructura perdida con material de obturación (composite) evitando así la transmisión de dolor, el avance de dicho desgaste e incluso la aparición de posibles caries.
En el caso de las atricciones o abfracciones además de la obturación habría que tratar también la causa, ya sea el bruxismo o el trauma oclusal, etc …, pero eso ya sería otro tema a tratar en un próximo blog.
Deja una respuesta